Pamplona - Ago 2020
Existe una correlación significativa entre la aptitud al orgasmo y la fuerza de los músculos del suelo pélvico.
La musculatura del suelo pélvico ha preocupado a la humanidad desde tiempos remotos. La leyenda popular cuenta que Cleopatra estaba dotada de una musculatura particularmente eficaz. Algunos incluso afirman que esta habilidad no es ajena a la fama de la que disfruta. Lamentablemente, la literatura médica no es muy detallada en esta área.
Hay un profesor francés, Henry Mondor, que aconsejaba a sus pacientes anorgásmicas reforzar su suelo pélvico. Él utilizaba bolas metálicas de volumen decreciente, destinadas a realizar contracciones perineales contra-resistencia.
Es un contemporáneo, el profesor Arnold Kegel de San Francisco, quien fue el primero, en estudiar científicamente este fenómeno. Él demostró que el 40% de las mujeres tratadas por anorgasmia presentaban debilidad de suelo pélvico. Kegel empleaba una sonda endovaginal hinchable unida a un manómetro que objetivaba el aumento de la presión provocada por las contracciones musculares.
Estos trabajos son actualmente retomados por el americano Graber, que confirma la estrecha relación entre la aptitud al orgasmo y la fuerza de la musculatura del suelo pélvico. La multiplicidad de factores que intervienen en la activación del orgasmo son tales que este enfoque es muy delicado. Pero tras estos estudios, es coherente aconsejar, además de las terapias habituales, realizar rehabilitación de suelo pélvico eficaz y controlada para mejorar la calidad de las relaciones sexuales.
El suelo pélvico es descrito como el músculo del placer en la sexualidad femenina. Durante el orgasmo, obtenido sola o en pareja, el suelo pélvico se tonifica gracias a las contracciones reflejas más o menos intensas. El suelo pélvico juega un rol esencial durante las relaciones sexuales y especialmente en las diferentes fases del orgasmo.
Durante la fase pre-orgásmica el suelo pélvico se va movilizando, al contraerse permite una compresión del clítoris que favorece su vascularización. El hecho de la contracción del suelo pélvico ofrece a la mujer un aumento de sus sensaciones placenteras durante las relaciones, así como al hombre, todo el mundo gana!!; pero solo la relajación del suelo pélvico es la que permite llegar al orgasmo en sí.
Cuando el umbral del placer va a llegar es cuando se producen espasmos automáticos en el suelo pélvico de las mujeres, saber relajarlo es la garantía de un orgasmo de calidad.
Debemos ser conscientes que un suelo pélvico demasiado débil disminuye las sensaciones durante la penetración tanto para la mujer como para el hombre. A la inversa, un suelo pélvico demasiado rígido puede ser causa de dolores durante las relaciones sexuales.
Cualquiera que sea la causa tiene solución. Gracias a la fisioterapia en suelo pélvico podemos ayudarte a mejorar la calidad de tus relaciones sexuales, consúltanos tu caso y te informaremos del procedimiento a seguir.
Y no olvidemos una cosa, el orgasmo es una de las formas más agradables de tonificar tu suelo pélvico. El orgasmo tonifica el suelo pélvico y a la inversa, un suelo pélvico tónico aumenta la intensidad de tus orgasmos, es como un círculo vicioso. Cuantos más orgasmos tengas, más tonificas tu suelo pélvico y cuanto más tónico esté tu suelo pélvico, mejores serán tus orgasmos. Sentir un mayor placer nos generará más ganas de hacer el amor. Es cuándo uno siente sensaciones agradables que uno tiene ganas de empezar de nuevo!!