Pamplona - May 2020
El suelo pélvico, aunque desconocido y abstracto para muchas personas juega un papel fundamental en nuestra calidad de vida.
Como su nombre indica es el conjunto muscular que tapiza la parte baja de la pelvis, el «suelo de la pelvis». Y tiene funciones tan importantes cómo sujetar los órganos situados al interior de la pelvis (vejiga, útero y recto).
Tiene una función clave que es la esfinteriana, de él depende que podamos ser continentes y decidir cuándo si y cuándo no ir al baño, y que cuándo decidamos ir al baño podamos evacuar la orina y las heces con facilidad. Estabiliza nuestra pelvis, y la pelvis es la base de nuestra columna, es decir, juega un rol importante en nuestra estabilidad lumbopélvica.
También debemos saber que el suelo pélvico tiene una función reproductiva, su estado influirá en el momento del descenso y el expulsivo del bebé el día del parto y por la zona en la que se sitúa no debemos olvidar que el suelo pélvico influye directamente en la calidad de nuestras relaciones sexuales.
Si el suelo pélvico se debilita y desciende, descienden también los órganos que sujeta, la vejiga, el útero o el recto y podemos sufrir el llamado prolapso de los órganos pélvicos.
Los esfínteres, tanto urinario como anal son músculos del suelo pélvico, desde pequeños cuándo aprendimos a utilizar nuestro suelo pélvico pudimos ser continentes y decidir cuándo si y cuándo no ir al baño. Si se debilita, se debilitan estos esfínteres, que cierran la uretra y el canal anal, y podemos sufrir incontinencia urinaria o incontinencia anal o de gases en diferentes situaciones cómo al reír, toser, correr, saltar… Estos esfínteres deben también poder relajarse correctamente para de dar paso a las sustancias de desecho cuanto tenemos ganas de orinar o de ir de vientre, si estos esfínteres tienen demasiada tensión podríamos sufrir problemas o dificultad para vaciar las heces y padecer estreñimiento o dificultad para vaciar la orina y sufrir problemas de cistitis.
El suelo pélvico tiene un papel fundamental el día del parto. Debe estar tónico y elástico facilitar el descenso y el expulsivo del bebé. El día del parto cuando la cabecita del bebé va a encontrarse con los músculos del suelo pélvico de la madre. Estos músculos tienen que tener un tono adecuado para ayudar a que la cabecita del bebé rote y esta rotación es muy importante para desencadenar en el útero un reflejo que favorece la salida del bebé al exterior. Al mismo tiempo, los músculos del suelo pélvico tiene que estar elásticos y ser flexibles para que en el momento del expulsivo la cabeza y el cuerpo del bebé salgan al exterior con facilidad.
No debemos pasar por alto, que el suelo pélvico influye en la calidad de nuestras relaciones sexuales. Sabemos que el órgano sexual más relevante está «entre las orejas» y es el que nos permite desear a unas personas si a otras no, en unos momentos si en otros no, es el que activa nuestra líbido o deseo sexual, somos «bioquímica pura». Pero no somos solo mente, sino que somos cuerpo y mente, para poder tener relaciones sexuales placenteras el suelo pélvico del chico y de la chica debe poder contraerse y relajarse durante todo el acto sexual, de forma completamente aleatoria pero cada vez con más intensidad hasta llegar al orgasmo.
Si el suelo pélvico del chico no funciona no sería posible la erección o no se mantendría, si el suelo pélvico de la chica está débil no obtiene placer y podría sufrir anorgasmia y si tiene excesiva tensión, sería imposible la penetración como es el caso de las chicas que padecen disfunciones sexuales como el vaginismo. No obstante, la esfera sexual es compleja y deberíamos también estudiar si hay alguna causa hormonal, circulatoria, neurológica o psicológica que ocasione el problema.
Un suelo pélvico en mal estado puede ser el causante también de nuestro dolor lumbar. A priori puede parecer que el dolor lumbar y la incontinencia urinaria no deberían tener nada que ver, pero aunque parezca mentira ambas patologías están muy relacionadas.
Según algunos estudios hasta un 50% de las mujeres que tienen debilidad del suelo pélvico padecen también dolores en la parte baja de la espalda. El suelo pélvico además de asegurar la continencia y dar sostén a los órganos pélvicos, tiene un papel fundamental en la estabilización de la columna lumbar y de la pelvis.
También debemos recordar, que la excesiva tensión en la musculatura del suelo pélvico o llamada hipertonía es una de las causas del dolor pélvico crónico. Es un dolor que se presenta en la zona del bajo vientre, pelvis y suelo pélvico, tanto en hombres como en mujeres. La intensidad del dolor puede ir de unas simples molestias, a un dolor tan intenso que impida las actividades cotidianas de trabajo o estudio.
Por todas estas razones, debemos cuidar y entrenar la musculatura del suelo pélvico para que esté en correcto estado y mejorar nuestro bienestar físico, psicológico y sexual. Debemos saber que todas estas problemáticas pueden tratarse por un fisioterapeuta experto en suelo pélvico que le ayudará a corregir estas disfunciones y curarlas.