Este edema, mas evidente en los tobillos, se pone sobre todo de manifiesto en el tercer trimestre de embarazo y aparece como consecuencia de varios factores:
El drenaje linfático reduce, de forma inmediata, la inflamación de las piernas, sintiendo resultados positivos desde la primera sesión.
Las técnicas utilizadas en este tratamiento son muy suaves y sutiles, ya que se trata de encauzar el exceso de linfa que se ha desbordado. Podemos decir, de forma figurada, que el drenaje es una técnica de arrastre.
Normalmente, tras la sesión de drenaje linfático, te sentirás muy rejalajada. Este efecto se produce porque las técnicas propias del drenaje consiguen, por una parte, reconducir la linfa y estimular el sistema inmunitario y, por otra, ayudan a desintoxicar nuestro organismo y favorecen la circulación de sangre.
En el caso de las embarazadas, la retención de líquidos se debe a un desbordamiento de la cantidad de linfa causado por los cambios hormonales y físicos que sufre el organismo y el cuerpo. Por esta razón, aunque una sesión de drenaje linfático aliviará la sensación de hinchazón en piernas, es necesario darle continuidad al tratamiento para obtener resultados duraderos.
Por otra parte, el drenaje linfático también tiene efectos positivos sobre el equilibrio hídrico de nuestro cuerpo y sobre nuestra piel, y ayuda a desintoxicar el organismo. Al mejorar el funcionamiento del sistema linfático, ayudamos a eliminar toxinas, principales causantes de la celulitis y el acné.
Rellena el siguiente formulario para realizar la pre-inscripción sin compromiso y nos pondremos en contacto para formalizarla.