Las estadisticas no muestras datos fiables de esta enfermedad, ya que las mujeres suelen consultar con su ginecólogo cuando comienzan los síntomas, que son los prolapsos de grado 2. Y la cirugía se suele proponer en los prolapsos de grado 3.
Por debilidad de la musculatura del suelo pélvico, que es la que sostiene los órganos internos.